Trayectórias y Derivas

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Muchos de los mapas son el reflejo de una deriva mas o menos azarosa entre el espacio urbano. Ana Carina de Blanco Malhaes a partir de un trabajo de Richard Long, intenta seguir lineas rectas cuanto mas largas posibles por la ciudad de Barcelona. Odile Moreno y Damiá A. Pont, construyen un dado con las diferentes direcciones del espacio, cada jugada les hace tomar un camino herratico y aleatorio, durante el recorrido, cada vez que se lanza el dado, los componebtes de este equipo realizan un frottage de las texturas del suelo a lo largo del recorrido. Júlia Huelgas realiza un mapa de recuerdos a partir de un itinerario azaroso entre la Universidad y la Plaza Salvador Segí. Roc Olivé, también hace una mapificación de sus recuerdos en relación a diferentes lugares de la ciudad, catalogados en una degradación entre buenos y malos , y también por la cantidad, muchos o pocos. Marc O’Callagan, hace un mapa psiquico basado en visiones y experiencias epifanicas (según su propia descripción) marca laberintos psiquicos, (inter)zonas de neutralidad, pozos de tenebras, (inter)zonas de flujo y puntos de catarsis contemplativa. María Lidia Vazquez siguiendo los consejos de Guy Debord marca la huella semanal de sus trayectorias, a pié, en bicicleta, en tranvia y en metro. Luciano Torres, hace un juego, con unas reglas precisas (y como todo juego, sus trampas) de una teoría personal de la derva.